ENFERMEDAD DE CROHN
En mi objetivo personal por mantenerme actualizada sobre las patologías digestivas, hoy quiero dedicar esta entrada a la enfermedad inflamatoria intestinal (EII). En concreto a la enfermedad de Crohn, sus características y objetivos nutricionales para paciente que sufren esta patología.
¿Cómo se define la EII?
La enfermedad inflamatoria intestinal (EII), son dos enfermedades que producen una inflamación del tubo digestivo. Estas enfermedades están relacionadas entre sí, pero son distintas, una se denomina colitis ulcerosa y la otra, enfermedad de Crohn. Por lo tanto a pesar de estar relacionadas, tienen un tratamiento distinto.
Enfermedad de Crohn:
Se define como un proceso inflamatorio que afecta a cualquier parte del tubo digestivo, desde la boca hasta el ano, además de forma focal, segmentaria y discontinua. Siendo las más frecuentes la zona terminal del íleon y algunos segmentos del colon. La inflamación pude abarcar todo el espesor del tubo digestivo, desde la mucosa a la serosa, con la aparición de fisuras, fístulas o abscesos (Pérez-Tárrago, Puebla-Maestu y Miján de la Torre, 2008).
Las causas exactas no se conocen aún. Lo único que se sabe es que existe un agente externo o interno que en personas susceptibles o predispuestas genéticamente provoca una reacción por la cual su sistema inmune no funcione correctamente y ataque al tejido sano del aparato digestivo provocando su inflamación.
Los síntomas más frecuentes son: dolor abdominal, distensión, retortijón, episodios de diarrea, tenesmo o urgencia defecatoria, además de determinadas manifestaciones extraintestinales como pérdida de peso, retraso del crecimiento en niños, aftas y ulceraciones en la boca, lesiones dérmicas, oculares, articulares y hepáticas.
Para detectarlo se realizan pruebas clínicas radiológicas, endoscópicas y anatomopatológicas, también sirven para distinguir entre colitis ulcerosa y enfermedad de Crohn (Pérez-Tárrago et al., 2008).
Es una enfermedad que muchas veces aparece en forma de brotes agudos, con lo cual la alimentación debería adaptarse dependiendo si no es encontramos en un brote o en una etapa de remisión.
Además los objetivos de la alimentación deben de ir encaminados a minimizar los síntomas o las complicaciones del crohn como:
Además los objetivos de la alimentación deben de ir encaminados a minimizar los síntomas o las complicaciones del crohn como:
- Corregir el estado de desnutrición si lo hubiera.
- Corregir estados deficitarios de vitaminas y minerales.
- Valorar la posibilidad de darse una intolerancia asociada (lactosa, fructosa, ...) a la enfermedad y adaptar la dieta a dicha intolerancia.
- Valorar que la dieta sea de fácil digestión y que vaya enfocada a calmar cualquier proceso de inflamación del intestino.
Cuando nos encontramos en fase de remisión las recomendaciones generales pasan por:
- Evitar los alimentos flatulentos o ricos en fibra, ya que pueden agravar la inflamación.
- No tomar alcohol, tabaco y alimentos estimulantes por ser irritativos.
- Restringir las frituras, alimentos procesados ricos en grasas hidrogenadas y saturadas. También las grasas animales como nata, mantequilla, etc.
- La leche también puede ser perjudicial en procesos agudos, por tanto, probar tolerancia a leche sin lactosa, elegir otros lácteos, o cambiar por bebidas vegetales como arroz o almendras.
- Es interesante durante un brote tomar cereales sin gluten, ya que puede surgir alergias e intolerancias al gluten en un intestino inflamado.
- Evitar también los edulcorantes como el sorbitol, que se encuentra en chicles, caramelos y alimentos light. Suelen ser flatulentos y tener efectos laxantes.
- Tomar pescado blancos y azules, ya que su grasa tiene efectos antiinflamatorios.
- Consumir carnes blancas y magras, ya que contienen proteínas de alto valor biológico.
- Aceite de oliva de baja acidez y aguacate, también son alimentos interesante por su tipo de grasa, aunque hay que tener cuidado de no abusar.
- Alimentos ricos en betacarotenos pueden resultar de gran interés para la reparación de la mucosa, como zanahoria, papaya, calabaza...
- Probióticos como yogur o kefir.
- Mantenerse bien hidratado con agua, caldos suaves e infusiones.
- Arroz y patata hervida son otro de los alimentos que pueden ayudar a calmar el intestino.
- Es recomendable masticar bien y hacer comidas más pequeñas a lo largo del día.
En relación con la suplementación se recomienda el uso de omega 3, suplementos de vitaminas y minerales, enzimas digestivas y L-glutamina. Todo ello encaminado a la reducción de la inflamación, mejora de la digestión y a corregir estados carenciales.
- Es recomendable masticar bien y hacer comidas más pequeñas a lo largo del día.
En relación con la suplementación se recomienda el uso de omega 3, suplementos de vitaminas y minerales, enzimas digestivas y L-glutamina. Todo ello encaminado a la reducción de la inflamación, mejora de la digestión y a corregir estados carenciales.
De todas formas, lo que suele funcionar en este caso es la personalización de la dieta, ya que no hay dos crohn iguales, además las alteraciones asociadas pueden hacer que la alimentación diste mucho de un paciente a otro. Cuando la fase aguda haya remitido lo que se buscará será liberalizar la dieta todo lo posible, introduciendo alimentos poco a poco para ver la tolerancia de cada paciente.
Espero que esta información te ayude en caso de padecer esta enfermedad, pero recuerda que no sustituye al médico ni al trabajo del nutricionista en consulta. Si crees que puedes padecer esta enfermedad o te encuentras en un brote que no eres capaz de controlar, lo más importante es que te pongas en las manos de profesional adecuado.
Espero que esta información te ayude en caso de padecer esta enfermedad, pero recuerda que no sustituye al médico ni al trabajo del nutricionista en consulta. Si crees que puedes padecer esta enfermedad o te encuentras en un brote que no eres capaz de controlar, lo más importante es que te pongas en las manos de profesional adecuado.
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ResponderEliminarEn relación con la suplementación se recomienda el uso de omega 3, suplementos de vitaminas y minerales, enzimas digestivas y L-glutamina. Todo ello encaminado a la reducción de la inflamación, mejora de la digestión y a corregir estados carenciales.