Cuando hablamos de obesidad la idea que se nos viene a la cabeza es la de un exceso de energía que se traduce en una acumulación de grasa. Si bien esto es cierto, no ocurre de forma tan directa, es decir, no se comete un exceso calórico un día y a la mañana siguiente se tiene ese tejido graso extra, si no que los cambios en el cuerpo se van produciendo a lo largo del tiempo debido a unos hábitos inadecuados mantenidos durante un extenso periodo. La mala alimentación y el sedentarismo no solo produce un aumento del tejido graso, si no que promueve un estado de inflamación en dicho tejido de forma crónica aunque de intesidad leve, por tanto, la obesidad se puede definir como una enfermedad inflamatoria. Es verdad que no es igual que cuando debido a un golpe se inflama una parte del cuerpo, que es fácilmente identificable por las características físicas y el dolor. En el caso de la obesidad es una inflamación que no da la cara, pero esta ahí. Esta activación inmune de forma crónica
En mi objetivo personal por mantenerme actualizada sobre las patologías digestivas, hoy quiero dedicar esta entrada a la enfermedad inflamatoria intestinal (EII). En concreto a la enfermedad de Crohn, sus características y objetivos nutricionales para paciente que sufren esta patología. ¿Cómo se define la EII? La enfermedad inflamatoria intestinal (EII), son dos enfermedades que producen una inflamación del tubo digestivo. Estas enfermedades están relacionadas entre sí, pero son distintas, una se denomina colitis ulcerosa y la otra, enfermedad de Crohn. Por lo tanto a pesar de estar relacionadas, tienen un tratamiento distinto. Enfermedad de Crohn: Se define como un proceso inflamatorio que afecta a cualquier parte del tubo digestivo, desde la boca hasta el ano, además de forma focal, segmentaria y discontinua. Siendo las más frecuentes la zona terminal del íleon y algunos segmentos del colon. La inflamación pude abarcar todo el espesor del tubo digestivo, desde la muc
Este mes los Nutricionistas estamos de celebración, pues el 24 de Noviembre se celebra el Día Mundial del Dietista - Nutricionista. Este año las actividades están enfocadas a aumentar la visibilidad de nuestra profesión. Desde la sociedad se tiene una visión un tanto distorsionada de lo que hacemos. Muchas veces incluso desde un punto de vista negativo, como cuando nos dicen "Nutricionista, vamos la que quitas todo lo bueno". Este pensamiento es muy simplista y no describe para nada el trabajo que hacemos. Nuestras funciones van mucho más allá. Pues no se trata de quitar lo bueno, si no de enseñarte a como puedes comerlo. Hay alimentos que obviamente tienen que desaparecer, pero otros, se puede cambiar su forma de cocinarlos o de acompañarlos para que resulten saludables y no tengan porque desparecer de tu alimentación. Pero no solo trabajamos sobre los alimentos si no también damos consejos y ofrecemos una ayuda para que el proceso de cambio de hábitos resulte lo más s
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