DISTRIBUCIÓN DE LA NEVERA

Hace unos días, os contaba algunos trucos para alargar la Conservación de los Alimentos, y quedó pendiente la distribución de la nevera y que alimentos no se deben guardar en ella.

La nevera es un espacio fundamental en nuestra cocina, ya que de su buen uso, depende que los alimentos duren mas o menos tiempo. 

Lo primero que tenemos que tener en cuenta, es no llenarla demasiado, ya que si metemos mucha cantidad de comida, el aire no circulara bien y no enfriara la temperatura del alimento, siendo esto perjudicial, pues puede favorecer el desarrollo de bacterias.

Lo segundo será distribuir de manera ordenada los alimentos, teniendo en cuenta las necesidades de frío de cada alimento:

• La carne y el pescado son los alimentos más perecederos, por lo que deben de ir en el estante inferior ya que suele ser el más frío de la nevera. Siempre en recipientes con tapas, para evitar que sus líquidos goteen o se derrame.

• Para los embutidos y los productos lácteos, no necesitan tanto frío, y por lo tanto pueden situarse en los estantes centrales. En estos estantes también se pueden colocar, los alimentos cocinados, sobras y aquellos que pongan, "Una vez abierto consérvese en frío"

• Las frutas y verduras deben ir en los cajones, ya que no necesitan tanto frío, de hecho el frío puede deteriorarlas. Lo ideal es que estén ligeramente separadas entre sí, para que puedan respirar, de está manera duraran más

• En la puerta se deben colocar los aderezos, las conservas, las mermeladas y jaleas y las bebidas que estén abiertas, así se conservarán por más tiempo y no habrá problema a los cambios de temperatura que suceden cada vez que se abre la nevera.

Por último, el mantenimiento y la limpieza de la nevera también es importante, ya que eliminaremos bacterias y malos olores, así como quitar el hielo que se haya podido formar y que hace que la nevera consuma más energía.
En relación a los alimentos que no debes meter en la nevera, ya que perderían propiedades, texturas y sabor son los siguientes:

Frutas tropicales: su piel se oscurece con el frío, además de afectar a textura y sabor. Además, el proceso de maduración se detiene y se activa el proceso de deterioro. Lo mejor será dejarlos en un lugar fresco y seco.Ejemplo: aguacate, plátano, piña, etc.

Al tomate le pasa algo parecido, se detiene su proceso de maduración, además el frío daña su estructura interior y su pulpa pierde todo su sabor.

El pan se reseca.

Cebollas y ajos: en la nevera pueden enmohecerse.

Patatas: el frío provoca la rotura del almidón, y hace que su textura se vuelva arenosa, además de dar lugar a una mayor producción de acrilamida cuando se cocinan a altas temperaturas (frituras y horno).

Miel y aceite de oliva: en el caso de la miel, se cristaliza haciendo que se modifique su sabor. En el caso del aceite, se condensa y termina por parecerse a la mantequilla.