TÉCNICAS DE RELAJACIÓN
Hoy quiero hablaros de un tema un poquito diferente a los habituales, va sobre las técnicas de relajación. Ya han pasado algunos años desde que descubrí el curso sobre las técnicas de relajación. Realmente lo hice por gusto, es un tema que siempre me ha gustado y no valoré las posibilidades de usarlo en mi trabajo o fuera de él.
Sin embargo, con el tiempo ha cobrado importancia y muchos de los que sois pacientes míos lo sabéis. A menudo recomiendo usar a diario las técnicas de relajación. Quizás os estéis preguntando el por qué, si aparentemente no tienen nada que ver con la dieta o la alimentación.
La respuesta es muy sencilla, los hábitos saludables no son solo controlar la ingesta de alimentos y hacer deporte, hay que conseguir la estabilidad emocional, reducir el estrés de nuestro día a día, dormir bien, etc. Todos estos factores influyen en nuestra alimentación y en el éxito de un tratamiento nutricional de perdida de peso. En resumen, una vida relajada nos ayudará a conseguir nuestros objetivos.
Con esto no quiero decir que todos los problemas emocionales se solucionen con las técnicas de relajación, a veces es importante acudir a los profesionales como psicólogos y psiquiatras, para que ellos te guíen en el tratamiento más adecuado a seguir según tu situación personal. Pero, para ayudarnos a conseguir la calma en un momento determinado, funcionan muy bien.
Las técnicas de relajación que más suelo recomendar por su sencillez de uso, ya que con una pequeña practica diaria son fáciles de seguir, son las "técnicas de respiración" y el "entrenamiento autógeno", pero existen muchas más.
Con la primera, lo que queremos conseguir es controlar nuestros niveles de estrés y ansiedad, a través de la respiración, ya que normalmente cuando nos ponemos nerviosos la respiración se agita y se descompensa. Por tanto, hacer consciente nuestra respiración y modificar todo el proceso respiratorio nos ayude a a bajar nuestro nivel de activación y malestar corporal.
Lo suyo es que se practique en un entorno adecuado, en un lugar en el que no te vayan a molestar y puedas dedicar unos minutos a serenarte, pero si todo esto es muy complicado, puedes hacerlo por las tardes o incluso un rato antes de irte a dormir mientras ves la tele o descansas.
En el caso del entrenamiento autógeno lo que queremos conseguir es influir en el sistema nervioso a través de ejercicios sugestivos, es decir, mentalmente, dar ordenes a nuestro cuerpo para modificar sensaciones corporales como pueden ser el peso o la temperatura, y así, alcanzar una regulación optima de los mecanismos emocionales y funcionales orgánicas. Estas ordenes normalmente son frases que se repiten hasta conseguir el efecto deseado. Una de las más utilizada es la de "mis piernas pesan, mis piernas están relajadas". Para el entrenamiento autógeno si debe escogerse un entorno adecuado, donde poder practicar todo el ejercicio sin ser molestados.
Con estas pinceladas solo quiero informaros de algunas de las técnicas que existen para buscar la relajación pero no son las únicas, existen multitud de métodos y formas para calmar la ansiedad. En mi caso, son las que conozco y de las que puedo hablar.
Cada persona debe de practicar el que más le guste o al que mejor se pueda adaptar y dirigirse a los profesionales o lugares adecuados.
Lo que si quiero remarcar es la importancia de llevar una vida relajada, ya que como se dice en la pirámide propuesta por FINUT (Fundación Iberoamericana de Nutrición) el equilibrio mental es un pilar muy importante dentro de los hábitos saludables.
Sin embargo, con el tiempo ha cobrado importancia y muchos de los que sois pacientes míos lo sabéis. A menudo recomiendo usar a diario las técnicas de relajación. Quizás os estéis preguntando el por qué, si aparentemente no tienen nada que ver con la dieta o la alimentación.
La respuesta es muy sencilla, los hábitos saludables no son solo controlar la ingesta de alimentos y hacer deporte, hay que conseguir la estabilidad emocional, reducir el estrés de nuestro día a día, dormir bien, etc. Todos estos factores influyen en nuestra alimentación y en el éxito de un tratamiento nutricional de perdida de peso. En resumen, una vida relajada nos ayudará a conseguir nuestros objetivos.
Con esto no quiero decir que todos los problemas emocionales se solucionen con las técnicas de relajación, a veces es importante acudir a los profesionales como psicólogos y psiquiatras, para que ellos te guíen en el tratamiento más adecuado a seguir según tu situación personal. Pero, para ayudarnos a conseguir la calma en un momento determinado, funcionan muy bien.
Las técnicas de relajación que más suelo recomendar por su sencillez de uso, ya que con una pequeña practica diaria son fáciles de seguir, son las "técnicas de respiración" y el "entrenamiento autógeno", pero existen muchas más.
Con la primera, lo que queremos conseguir es controlar nuestros niveles de estrés y ansiedad, a través de la respiración, ya que normalmente cuando nos ponemos nerviosos la respiración se agita y se descompensa. Por tanto, hacer consciente nuestra respiración y modificar todo el proceso respiratorio nos ayude a a bajar nuestro nivel de activación y malestar corporal.
Lo suyo es que se practique en un entorno adecuado, en un lugar en el que no te vayan a molestar y puedas dedicar unos minutos a serenarte, pero si todo esto es muy complicado, puedes hacerlo por las tardes o incluso un rato antes de irte a dormir mientras ves la tele o descansas.
En el caso del entrenamiento autógeno lo que queremos conseguir es influir en el sistema nervioso a través de ejercicios sugestivos, es decir, mentalmente, dar ordenes a nuestro cuerpo para modificar sensaciones corporales como pueden ser el peso o la temperatura, y así, alcanzar una regulación optima de los mecanismos emocionales y funcionales orgánicas. Estas ordenes normalmente son frases que se repiten hasta conseguir el efecto deseado. Una de las más utilizada es la de "mis piernas pesan, mis piernas están relajadas". Para el entrenamiento autógeno si debe escogerse un entorno adecuado, donde poder practicar todo el ejercicio sin ser molestados.
Con estas pinceladas solo quiero informaros de algunas de las técnicas que existen para buscar la relajación pero no son las únicas, existen multitud de métodos y formas para calmar la ansiedad. En mi caso, son las que conozco y de las que puedo hablar.
Cada persona debe de practicar el que más le guste o al que mejor se pueda adaptar y dirigirse a los profesionales o lugares adecuados.
Lo que si quiero remarcar es la importancia de llevar una vida relajada, ya que como se dice en la pirámide propuesta por FINUT (Fundación Iberoamericana de Nutrición) el equilibrio mental es un pilar muy importante dentro de los hábitos saludables.
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