REFLEXIONANDO SOBRE EL AUMENTO DE LAS PATOLOGÍAS DIGESTIVAS

Es frecuente encontrarnos en consulta personas con problemas digestivos: gases, distensión abdominal, digestiones pesadas, dolor e irregularidades para ir al baño. 

Las causas de todas estas alteraciones pueden ser muy diferentes, pero cada día es más clara la relación entre la mala alimentación y estas patologías. Incluso aunque no estén relacionadas directamente con la alimentación, se benefician de una nutrición adecuada.

Después de mis últimas lecturas sobre este tema, he reflexionado sobre el cambio necesario y urgente que necesitamos hacer las personas si queremos disminuir la prevalencia de estas enfermedades. 

Tenemos que volver a una alimentación fresca y natural, basada en materias primas, con las que hacer nuestras comidas. Productos poco procesados que se asemejen a su estado más natural. 
Acostumbrarnos al sabor original de los alimentos y no depender tanto de edulcorantes, azucares, potenciadores de sabor y otros aditivos que pueden alterar el funcionamiento de nuestro aparato digestivo.  No abusar de los productos light ni desnatados, pueden confundirnos y ser productos mas procesados que los que van en su formula original, además que tampoco nos ayudan a cambiar de hábitos ni volver a una alimentación mas sencilla y sana. 

En resumen, una alimentación rica en frutas y verduras, cereales de grano e integrales como arroz o maíz, patatas y boniatos,  legumbres, carnes y pescado de calidad, tanto azul como blanco, huevos, lácteos enteros (Yogur original, kéfir, leche entera o semi) y alimentos con contenido en grasa saludable (aguacate, frutos secos, aceite de oliva y semillas) es la mejor forma de comer si queremos tener una buena salud digestiva.

Por el contrario evitar fiambres, embutidos, salchichas y carnes procesadas en general, alimentos precocinados, procesados, con muchos aditivos, galletas y bollería nos supondrá unos beneficios extra, no solo a nivel intestinal sino también para reducir los niveles de colesterol, triglicéridos, diabetes, sobrepeso y obesidad.

Escuchamos continuamente hablar de la dieta mediterránea y nos sentimos muy orgullosos de promocionarla

y hablar de ella, pero no la llevamos a la práctica. Nuestras despensas, neveras y carros de la compra reflejan el abandono total del patrón de dicha dieta.

Estos consejos también implican a las personas diagnosticadas de una intolerancia o alergia, ya que podemos tener yogures libres de lactosa, pero una alta cantidad de otros azucares, edulcorantes etc.  Los productos de bollería libres de gluten, son aptos para celiacos y personas con sensibilidad al gluten pero sus ingredientes siguen siendo poco saludable, es decir, seguir comiendo y abusando de productos elaborados y procesados sigue siendo igual de perjudicial para la salud aunque estén adaptados para estas personas.  Por tanto el enfoque debe ir mas allá a simplemente eliminar la sustancia que nos sienta mal.
Veamos el ejemplo de este producto sin gluten hecho a base de harina de arroz pero con grasa de palma, aditivos y azúcar. No es para nada un producto recomendable aunque sea sin gluten.


En muchas ocasiones cuando tenemos problemas digestivos la alimentación tiene que adaptarse a la situación y tolerancia personal de cada uno. Al principio pueden ser que las legumbres y alimentos integrales sean contraproducente, así que deberemos evitarla, mejor tomar arroz, maíz y patata como fuentes de hidratos aconsejados, además muy interesante tomar la patata a temperatura tibia o fría. Las legumbres podemos tomarlas en hummus o puré con o sin verduras. Evitar verduras y frutas fibrosas o flatulentas.

Si te das cuenta, apenas habló de los cereales con gluten (centeno, cebada, trigo y avena) ya que no es solo el gluten lo que preocupa a la comunidad sanitaria sino si el contenido en otras de sus proteínas puede dar problemas digestivos, por tanto es mejor evitarlos al principio y añadirlo poco a poco según tolerancia y mejora digestiva.




Yogur sin lactosa con mucho azúcar

Una vez que hayas hecho el cambio a una alimentación más sana y natural. Podrás valorar si has mejorado, si te notas diferente y si han mejorado los síntomas.


Si por el contrario, padeces o sigues padeciendo síntomas intestinales ponte en manos de un profesional tanto de la medicina como de la nutrición para estudiar tu caso a fondo y encontrar el plan más adaptado para ti.




Si quieres saber más sobre tu microbiota y como puedes cuidarla pincha en este enlace: Y TÚ ¿CÓMO CUIDAS TU MICROBIOTA?
y si quieres profundizar en este tema, puedes consultar este post de fitnessrevolucionario: SALUD INTESTINAL

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