REFLEXIONES SOBRE EL DEFICIT DE VITAMINA D


Es tiempo de sol, playa y piscina. Traje de baño, toalla y por supuesto que no se te olvide el protector solar. Ya nos hemos concienciado de que es necesario e importante proteger nuestra piel del sol.

Sin embargo, una pequeña dosis de sol es necesaria, lo necesitamos para sintetizar la Vitamina D, fundamental para el mantenimiento de nuestros huesos, además de otras funciones como la reducción de patologías crónicas, entre ellas enfermedades autoinmunes, neurológicas, cáncer y enfermedades cardiovasculares.

Quizás, hablar de vitamina D y déficit, nos suene lejano, algo que solo ocurre en los países del norte de Europa, ya que sus horas de sol son muy limitadas. Pero hoy en día, no es tan raro encontrarnos en España personas con deficiencias en esta vitamina.

Leyendo algunos estudios de niños y adolescentes en España, nos sorprenderá saber los porcentajes tan altos de deficiencia e insuficiencia. Por ejemplo en Asturias se estudiaron a 283 niños de 4 años y el resultado fue que el 53% presentaba deficiencias en Vitamina D. Podemos pensar que en Asturias hay un número mayor de días nublados, pero, comparando este estudio con otro hecho en Cádiz los resultados son similares, ya que en Cádiz de 146 niños el 45% presentaba deficiencias. Con lo cual se puede decir que no solo factores como el sol afectan al déficit de esta vitamina. (Mas información en el Estudio: Rodríguez-Dehli AC, et al. Hipovitaminosis D y factores asociados a los 4 anos ˜ en el norte de Espana. ˜ An Pediatr (Barc). 2016 Pincha aquí).

No solo niños y adolescentes, a mi consulta han llegado personas adultas que presentan un nivel bajo de vitamina D, cada vez más frecuente, lo que viene a confirmar esta tendencia. Pasamos muchas horas alejados del sol, del trabajo a casa de casa al trabajo. Vivimos en ciudades donde nos pasamos horas bajo tierra desplazándonos en metro. Si hablamos de niños y adolescentes, las horas en el colegio, en las clases extraescolares, muchos juegan en casa, ... En resumen fuera del alcance de la luz solar.

Pero como hemos comentado antes, no solo el sol es el único factor que influye en el metabolismo de la vitamina D, ¿cómo afecta la alimentación a los niveles de vitamina D?
Esta vitamina es liposoluble, es decir, vamos a encontrarla en alimentos grasos, generalmente leche y productos lácteos enteros, mantequilla, hígado de vaca, yema de huevo y pescados azules.

Muchos profesionales de la salud han pasado años recomendando productos bajos en grasas para evitar el exceso de peso y el colesterol o los trigliceridos. No obstante, la obesidad sigue creciendo y los niveles de colesterol y trigliceridos por las nubes y ahora nos encontramos con esta subida en la prevalencia de la insuficiencia de vitamina D.


Algo tenemos que cambiar, darle un giro a las recomendaciones. La salud no solo es perder peso, es también ingerir los niveles recomendados de vitaminas y minerales. ¿Cómo enfocamos entonces la alimentación, si tenemos intolerancia a la lactosa, colesterol, obesidad o hemos optado por una alimentación vegana?

Tenemos que saber que lo que mas influye en la obesidad es un exceso en la ingesta, combinado con la falta de actividad física. Habría que ver a fondo que hábitos alimentarios lleva esa persona en general, porque habrá casos personales donde que la leche sea entera, semidesnatada o desnatada no sea lo más importante.  Además, los últimos estudios apuntan a un exceso de azúcares en productos industriales y alimentos como causa directa de obesidad. Por ejemplo un pastel o dulce influirá mas en la obesidad que la leche entera que añadamos al café. También puedes optar por alternas las distintas variedades de leche. Un día leche entera, otro día desnatada. O la mejor opción la semidesnatada. Menos grasa pero un contenido significativo de vitamina D. Yo en casa alterno la desnatada con la semi.

Con el colesterol nos encontramos que los embutidos grasos, alimentos grasos industrializados (margarinas, snacks, patatas fritas) son mas dañinos que el número de huevos que consumamos a la semana.

En el caso de las personas intolerantes a la lactosa, es mas recomendable elegir la opción sin lactosa de las versiones semidesnatada o entera, en vez de las bebidas vegetales (soja, avena, coco, arroz) y si las elegimos, asegurarnos de que vienen enriquecidas en vitamina D. Si lo que padeces es alergia a la proteína de la leche de vaca, puedes optar por leche de cabra o de otro animal.

Y para las personas vegetarianas que no tomen ningún producto de origen animal, la recomendación es optar por alimentos enriquecidos en vitamina D como margarinas (evitando las grasas hidrogenadas), cereales de desayuno (no azúcarados) y aumentar la ingesta de setas y champiñones. Por supuesto una exposición diaria al sol de aproximadamente 20 minutos.

Para el resto de las personas, recomendar que una exposición al sol durante 20 minutos por la mañana temprano o a ultima hora de la tarde y tomar productos enriquecidos nos puede ayudar mucho a incrementar los niveles de vitamina D.

En conclusión, estamos hablando de una vitamina importante para el organismo, su falta puede afectar a los huesos, combinar la exposición solar con las fuentes alimentarias más importante resultará fundamental para mantener un nivel optimo de vitamina D.





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