CAMBIAR DE HÁBITOS: CUESTIÓN DE TIEMPO

Cuando pensamos en perder peso o mejorar nuestra salud, se dice que lo importante es cambiar de hábitos, es decir, pasar a tener una buena alimentación, practicar ejercicio físico, y en lineas generales, promover un estado mental tranquilo.

También se habla a menudo de la motivación, la fuerza de voluntad y la constancia. Pues los objetivos claros y las metas fuertes son las que te ayudan a llegar a cumplir tus propósitos. O bien, puedes usar una meta a corto plazo para que te sirva de impulso y llegues a cumplir los propósitos que requieren un periodo más largo.

Pero, cuando pensamos en el tiempo que necesitamos para llevar a cabo estos cambios, pocas veces hablamos de ello. Si nos preguntamos cuanto tiempo hay que esperar para cumplir nuestros objetivos, la respuesta dependerá de la persona, de lo que tarde en asimilar una nueva forma de alimentarse y de instaurar un nuevo estilo de vida. Lo que si podemos decir es que no son 21 días, ni un mes, es un cambio a largo plazo, que puede durar años.

Si eres de comer pocas verduras, si eres más de comida rápida y productos procesados, de comprar sin prestar atención a los ingredientes, en definitiva, entretenerte poco en la cocina, pasar a hacerte tu propio pan con harina de espelta o comprar toda tu comida ecológica, puede resultar sacrificado ya que es un cambio muy grande (aunque si te lo propones puedes conseguirlo).

Empezar a establecer un base, donde predominen las verduras, con platos sencillos que se cocinen fácilmente. Comprar las verduras congeladas o en conserva pueden ayudarte a dar ese paso de comer mejor. Poco a poco ir cambiando hábitos de compra, eligiendo menos alimentos procesados y más alimentos en su forma natural o minimamente procesados.

Una manera de comer fruta es tenerla disponible, para que en cualquier momento puedas tomarte una pieza. Puedes empezar a tomarla como postre en las comidas o como un snack saludable. Otros aperitivos saludables pueden ser frutos secos, frutas desecadas e incluso aceitunas o encurtidos. Yogur natural o queso.

Al principio puedes necesitas comer varias veces al día para controlar los picos de ansiedad que pueden surgir, con el tiempo veras que tu cuerpo controla mejor los ciclos de hambre/saciedad y no necesitas comer obligatoriamente 5 comidas al día, si no las que tu cuerpo necesita.

Mi experiencia personal me hace ver que interiorizar un nuevo estilo de alimentación requiere tiempo y compromiso. Yo misma miro mi alimentación de ahora y la de hace unos años y ha cambiado muchísimo. Aunque siempre he procurado comer bien, no siempre era tan consciente de como era lo que comía. No me había parado a analizar exactamente las etiquetas, cantidad de gramos de los principales ingredientes, tipo de ingredientes...Ahora he cambiado el "colacao" por cacao puro, cereales de desayuno por copos de avena, margarina por mantequilla y galletas y dulces por frutos secos y fruta desecada. He reducido el consumo de productos con azucares añadido y el alcohol.  Resumiendo, cuando hecho la vista atrás veo que no realmente no mantenía una buena alimentación, y si quisiera, aun podría hacerlo mejor, aún hay hábitos que cambiar.

Una vez establecida una base, es más fácil ir puliendo detalles, es mas fácil controlar lo que comes, lo que compras, la forma de cocinar, incluso a atreverse con recetas que nunca te hubieras imaginado cocinar. No es la primera vez que lo digo, una alimentación saludable también requiere de imaginación, de experimentar con otras verduras, o con otras recetas. Yo lo último que he incluido de forma activa a mi alimentación es la remolacha, en forma de crema, hummus o incluso junto al arroz en un risotto. Hay múltiples formas de cocinar las verduras, unas te pueden gustar más que otras y no pasa nada.

Por tanto, podemos decir que todas aquellas dietas que te prometen una perdida de peso rápido, no te están enseñando a establecer una serie de hábitos; que todo los métodos que te prohíban algún alimento o que te obliguen a comer un alimento a una hora determinada o un día concreto, o que se alejen de tu forma de comer no es el adecuado para ti, porque no se acercan a tu forma natural de comer, que es lo que al principio se requiere. Un tratamiento nutricional tiene que proponer cambios dentro de tu forma de comer, para ir poco a poco cambiando la base de tu alimentación. Lo que si se debe saber es que no es solo el trabajo en consulta con el profesional, si no que fuera también tienes que poner de tu parte para hacer que tus objetivos se cumplan, y el tiempo que emplees será el que necesites hasta que tu realices una alimentación que te haga mantener el peso conseguido, que sea saludable y que hayas hecho tuya.


En el caso del deporte pasa algo parecido, si no sueles practicar actividad física, bien porque no tienes tiempo o bien porque no has encontrado una actividad que te guste, proponerte caminar todos los días esta muy bien, pero es un objetivo irreal. Quizás empezar caminando un par de veces en semana o apuntándote a algunas clases de actividades dirigidas puede ser un objetivo más real para ti. Con el tiempo, habrás conseguido tener una rutina y entonces te podrás plantear aumentar la frecuencia, incluso practicar otras actividades más intensas.

En mi caso, tras un tiempo de 8 meses practicando ejercicio 2 o 3 veces en semana, cuando ha llegado el parón de las clases en verano, yo no he parado, he seguido practicando varias días de ejercicio. Mis motivaciones: no perder lo ganado y seguir manteniendo una rutina hasta convertirlo en un estilo de vida, independientemente de todas las circunstancias que puedan venir. Fíjate, que aunque he comenzado ya con las nuevas actividades en otoño, hecho de menos lo que hacia en verano.

En resumen, unos hábitos saludables se consiguen combinando motivación y tiempo. Solo necesitas querer hacer los cambios y mantener este objetivos hasta que comer sano sea algo natural en tu vida. Todo el mundo puede conseguirlo.

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